Sunday, April 29, 2012

LA PATA SOBRE EL HUEVO- SEPTIEMBRE 2011


Septiembre 26


Mario Parajón, de nuevo. En dos ocasiones, la alegría que me sobrevino con su amistad.

Admiré la alegría de Marío, su abertura ante la vida. Todo lo que, ni por asomo, pude tener yo. Pues es que yo, en algún momento, debería de haber tocado en la puerta de un sanatorio de enfermos mentales, para pedir que me aceptaran.

Regina, Regina. También en el sueño, junto con Mario -aunque Mario no la conoció- aparece aquella muchacha que conocí en mi adolescencia. Regina significó todo mi deseo por integrarme a una vida erótica, que mi enfermedad imposibilitó.
Mario, Regina, ya están muertos. ¿Por qué, si ellos no se conocieron, en el Sueño se juntan ahora?

(Y pensar que nunca tuve el suicidio como posibilidad.¡Ni el suicidio lo tuve como posibilidad! ¡Qué raro!).

Despierto, son las dos de la mañana.

Paradojas. En estos días, días en que voy escribiendo este penúltimo viaje, sigo sintiéndome con todos los horrores, miedos que me acompañaron durante toda mi vida.
Y, sin embargo hoy, al despertarme a las 4 de la mañana, me dije -pero, sin que sintiera, por supuesto, ninguna
 alegría- esto: ¡Gracias!
¿Gracias? Me he pasado toda la vida en el miedo, en la imposibilidad, en la frustración total y, sin embargo, en este momento me digo: ¡Gracias! Pero, lo extraño, es como si supiera por qué lo digo ¿ Será esto como aquella experiencia que señaló Jung: la experiencia -aunque, en este caso, onírica- que toca al Arquetipo.
¡Gracias!

Por la mañana, antes de despertar. Visión plástica de un techo, semejante a un jeroglífico. Esos números, escasos, pero seguramente llenos de una significación. Habría que grabar ese texto. Ese Texto se compone con las ruedas... ¿Qué ruedas? La máquina, para siempre. Y hay, detrás de todo, un beberaje inmemorial. Volvamos a una cañada, a un pequeño pedazo de la infancia. Esto se mueve, pero quedando allí. En el mismo lugar donde el ojo tiene una pequeña iluminación . Una iluminación de flecha.  Inmóvil a veces, pero colisionando graciosamente. Creo que son unos Alpes minúsculos, para jugar con la electricidad.
(Abrir una cajita para ser, dentro de ella, el juego). 

Lorenzo García Vega

No comments:

Post a Comment