Monday, February 13, 2012

LA PATA SOBRE EL HUEVO, JULIO


-Es un tren. La secta -secta que mantiene una visión equivocada del Evangelio, está discutiendo. El tren pasa por al lado de un bosque. ¿Realmente, los miembros de la secta están discutiendo dentro del tren?

El color de este sueño es el color de una cinta cinematográfica . Color, pues, de cine.

-Sigue mi sueño, literaturizándose más y más: me trae ahora, a las 6 de la mañana -pero ¿qué es esto?- , a un Albert Camus parlanchín, más francés que todos los franceses y, ¡en fin! , desbordante de prodigios verbales. Es en una estación de trenes.
Camus es una maravilla. ¡Bien por el sueño!
Y, como son las 6 de la mañana, me despierto para ir a orinar.

-Una escalera, pero sin  escalones. No hay posibilidad de rodar.
Los sin-escalones, aunque inexistentes, a veces tendrían colores. Yo estaría feliz de poder encontrar algo

-Se ofrece una receta que serviría para leer, con profundidad, un texto.
El Sueño se prolonga, dándole vueltas a eso que consiste en dar vueltas y vueltas, para lograr una profunda lectura de un Texto.
Se pasa de un nivel a otro, Se lee, se comenta, simultáneamente.
Son las cinco de la mañana, cuando despierto.

-La siesta terminó presentando una buena escena de la tele-novela. Pero se me olvidó la escena.

-A las seis y media de la mañana, le digo a mi difunto amigo Mario Parajón, que acaba de morir quien hace muchos años que ha muerto, el intelectual cubano (¿qué era un intelectual cubano?) Jorge Mañach.
El féretro de Mañach, pequeñito, está descendiendo por una escalerita.
Mario se propone pronunciar una oración fúnebre, a la manera de Bossuet. Yo estoy vestido como un pelotero
Entonces, Mario se burla de mi disfraz.
No estamos en un túnel, pero es como si estuviéramos en un túnel.
¿A qué construcción, de medio pelo, huele el lugar donde estamos?

Demasiados años han pasado para que, ahora, venga el Sueño con este absurdo mini-cuento.

Yo no soy el viejo de 84 años que soy, sino un joven disfrazado de pelotero. Pero, lo que sorprende, es la escalerita por donde desciende el féretro de Mañach. Olor de arena. A pesar de ser las 6 y media de la mañana, el Sueño me traslada a un mediodía con cielo nublado. Pero ¿cómo es eso? Nada me hace sospechar que fuera de mi habitación esté lloviendo. Yo nunca fui joven, ni nunca me interesó el juego de pelota.  

-En la siesta, un sueño absurdo sobre una posible visita a Cuba. He pensado ir a Cuba, pero todo sucede mal. Todos son contratiempos, malentendidos. Casi al despertar, la mala acogida de unos jóvenes aficionados a la literatura. Soy invitado a una conferencia, pero nadie asiste (así me sucedía cuando vivía en Cuba, durante los años de Orígenes). Me pregunto por qué he sido invitado. Nadie se ocupa de mí. Es como si estuviera estupefacto, dentro del Sueño. Pero, ¿cómo se explica eso?

-Y termina este mes de julio de 012. Este mes en que comienzo este Diario La Pata sobre el Huevo.
Fu. El I Ching. Incubación. Este diario debe ser la incubación a través de la pata de pájaro sobre un huevo.
Y también termino este me de julio, con esta cita de Max Jacob: "Todo lo que existe está situado. Todo lo que está por encima de la materia está situado; la materia misma está situada. Dos obras están desigualmente situadas, ya por el espíritu de los autores, ya por sus artificios". Yo cada día me pongo más viejo. ¿Debo seguir escribiendo diarios?

Lorenzo García Vega

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