Friday, February 17, 2012

LA PATA SOBRE EL HUEVO, AGOSTO





A las 5 de la mañana. Creí haberlo visto. En el Sueño creí haber visto a Mariano Alemany, el amigo que ha muerto.


Creo haberlo visto, repito.
Y como que avanzo, y como que me precipito...
Pero, al despertar del todo, me entró la duda: no sé si el Sueño lo trajo de verdad, o si no lo trajo.
Entonces me levanté.
Entonces fui hasta el refrigerador.
Entonces me tomé un vaso de agua. Repito, a las 5 de la mañana.

-Lo dininuto. Un fragmento. Lo diminuto de un fragmento desprendido de un fragmento.
O diría que era como un pedacito de cake, nadando en un plato.
Entonces -la mañana- desperté. Desperté, y en ese momento sospeché que pude haber tenido un sueño más grande, pero que al desaparecer, sólo ha quedado lo diminuto de un fragmento.
Ahora no queda nada.
A medida que voy escribiendo, sé que todo se ha ido borrando. Hasta que, al final, no sé lo que pueda haber sido el pedacito de cake.

-Ese hombre está rondando a unas muchachas. El pretende que lo acepten, ya que él pretende ser novio de una de ellas. / Habría que informar a la policía / Y cuando se dice que hay que reportar al hombre, aparece un fondo que es el patio de la "Asociación Cubana de Beneficencia" / Mi padre estaba allí, enfermo. Yo tenía doce años. Lo miré desde el patio y me dije: "Míralo, porque puede ser la última vez que lo veas". Efectivamente, fue la última vez que lo vi. Son las dos y media de la mañana / El sueño tiene un color como de foto vieja. / No parece impresionar ese color. Sugiere una trama neutra y lejana.

- Cerca de las 8 de la mañana, la aparición de un personaje que, al principio, está todo en amarillo / Vive en un país hispanoamericano; así que, para establecer contacto con él, habría que escribirle / Una vez, por la década del 30, mi familia estuvo al punto de establecer contacto con un miembro de la rama familiar que se había quedado en México en el tiempo de la guerra de independencia cubana. Una rama que no se supo más de ella / Ahora, la aparición en el Sueño del hombre amarillo, me trae el recuerdo del revolico que se produjo en la familia de mi abuela materna, cuando se pensó que se iba a establecer relación con la rama de la familia perdida / Es que, por la radio -fue una de las primera radios que llegaron a Jagüey Grande- mi familia oyó sobre un General de la Revolución Mexicana, el General Gómez Salazar, y mi familia supuso que era el sobrino perdido de la familia. Entonces se hicieron gestiones y se logró contactar a quien la radio, y mi familia, llamaba "el joven General Gómez Salazar; pero resultó que éste no era el sobrino de mi abuela. El sobrino de mi abuela era un habitante, que no tenía donde caerse muerto.

-Siesta. "Pormenorizada". Difuntos de mi familia. Desaparecen.
Y, si no hubiesen desaparecido, el Sueño me dice que no habría hecho nada por mantenerlos en el escenario. 

Lorenzo García Vega

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