Saturday, March 17, 2012

LA PATA SOBRE EL HUEVO, SEPTIEMBRE

Septiembre 3
Una residencia vieja, destartalada, y de madera.
El cuarto de baño es enorme.Tiene el tamaño de una sala. ¡Una sala el cuarto de baño! La bañadera procede del tiempo de la nana. Hay varias damas, sentadas en un sofá. Les adevierto que, para meterme en la bañadera, me voy a desnudar.
No hay jabón. Por más que busco un jabón, no lo encuentro. Bañarse si jabón es algo así como un sacrificio "pelado".
De pronto, en ese extraño lugar, irrumpe una pareja de ancianos homosexuales. Me mira, fijamente, uno de esos calcamales pederastas. ¿Por qué un cáncamo horrendo tiene que mirarme a mí, el anciano encuero y sin jabón, que está metido dentro de una bañadera anacrónica?
Es mucha la incomodidad que siento.
Antes de despertar, empiezo a sospechar que no sólo no hay jabón, sino que tampoco hay agua. ¿Qué hacer?
Y, después que apunto este sueño en mi libretica, me doy cuenta que he tenido puesto los espejuelos equivocados, los espejuelos que sirven para ver de lejos. -¡por eso veía tan mal cuando estaba escribiendo¡

Ayer, horas después de aquel sueño de siesta donde había cabezas cubiertas por vendas, terminé en el Hospital, con temblores y fiebre (sic).


Ahora son las cinco de la mañana. Me siento muy jodido. ¿Cómo, con esto que estoy diciendo, componer un mini-cuento?

¿El sueño que acabo de tener, puede tener relación con Buster Keaton?

Los sueños quizás no sean patrimonio del psicoanálisis.
Los sueños, quizás, pertenezcan a lo literario del mini-cuento. Puede ser.


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